Discurso del Presidente de la República Portuguesa com motivo de la Cena Oficial ofrecida en su honor y de Doña María Cavaco Silva por Su Excelencia la Presidenta de la República de Chile
La Moneda, 7 de noviembre 2007

Señora Presidenta, Excelencia
Excelentísimas Autoridades
Señoras y Señores

Agradezco emocionado las palabras que vuestra Excelencia Señora Presidenta, me acaba de dirigir y el cariñoso recibimiento que me ha dispensado así como a mi mujer y a toda la delegación que nos acompaña en esta visita a Chile.

Ha sido con gran placer que he aceptado la invitación con la que Vuestra Excelencia me ha honrado para visitar Chile, un país que es hoy un modelo para muchos otros, por la forma como ha sabido enfrentar los retos de la consolidación democrática y del desarrollo económico y social.

Un país al que Portugal está unido por lazos seculares.

Recordar la Historia de esta relación es obviamente, hablar de Fernando de Magallanes cuyo nombre señala hoy ese pedazo de tierra chilena en el que el Atlántico y el Pacífico se encuentran.

También debemos recordar que Portugal fue el primer país que reconoció, en 1821, el entonces joven Estado chileno. O que más recientemente fue en Portugal, al que tanto amó, donde sirvió como diplomática la primera ciudadana chilena a quien concedieron el Premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral.

De poco nos servirá el pasado si basándonos en él no supiéramos construir una relación de futuro.

El apego a los valores de la democracia y de respeto por los derechos humanos, la creencia en las virtudes de una economía de mercado que no olvide la necesaria cohesión y la solidaridad social, la defensa del multilateralismo y de la integración regional como factores de desarrollo interno e internacional, todos ellos son factores que nos aproximan.

Las últimas décadas de las relaciones entre Chile y Portugal han estado marcadas por un intercambio de contactos y de visitas de alto nivel de los que ha resultado una amplia realidad de acuerdos bilaterales.

Sin embargo, se impone desarrollar esfuerzos adicionales para aprovechar mejor el inmenso potencial que suponen las afinidades y buena relación política entre nuestros países.

Con una economía sana y pujante, un grado significativo de desarrollo social, una política de apertura a la inversión extranjera, un abanico diversificado de relaciones políticas y económicas con otras naciones además de su envidiable posición geográfica, Chile se destaca como un destino atrayente y una excelente plataforma de penetración en los mercados de Iberoamérica, de Asia y del Pacífico.

A su vez, Portugal es hoy una nación moderna y estable, una economía abierta dotada de excelentes infraestructuras, un Estado Miembro de la Unión Europea, en suma, un país que abre sus puertas a la iniciativa de los empresarios chilenos que pueden a través de él, encontrar nuevas vías de acceso al gigantesco mercado europeo así como a otros que, fruto de su Historia, Portugal conoce bien.

Es pues, tiempo de empeñarnos seriamente en el incremento de los flujos mercantiles y de inversiones entre nuestros países.

Aún es tiempo de enriquecer nuestras relaciones con una cooperación reforzada en áreas como las de las nuevas tecnologías de la información, de las energías renovables, de la construcción de infraestructuras o del turismo, dominios de enorme potencial que simplemente esperan por la capacidad empresarial de portugueses y chilenos para desarrollarse.

La delegación empresarial que me acompaña en esta visita oficial a Chile viene decidida a establecer y profundizar relaciones societarias y a explorar nuevas oportunidades de negocio.

Excelencia,

El diálogo y la cooperación entre espacios regionales constituyen prioridades de política exterior común a nuestros países. Portugal ostenta durante el segundo semestre de 2007, la Presidencia de la Unión Europea y en línea de lo que siempre ha sido su posición, hará todo lo que esté en su mano para subrayar la importancia de la profundización de las relaciones entre la Unión Europea e América Latina, porque creemos sinceramente que es eso lo que responde al máximo interés de europeos e latino americanos.

Las relaciones entre la Unión Europea y Chile se asientan en un amplio Acuerdo que se destina a promover no sólo relaciones económicas sino también el diálogo político. Un diálogo con ejemplos concretos que testifiquen la singularidad de los lazos que nos unen como la participación de Chile en la Operación ALTHEA que la Unión Europea lleva a cabo en Bosnia-Herzegovina y que aquí quiero agradecer públicamente.

Señora Presidenta,

Vuestra Excelencia acogerá en los próximos días otra Cumbre Iberoamericana. Aquí también estamos ante una iniciativa que tiene como objetivo la aproximación entre regiones, en este caso unidas por afinidades muy particulares.

En esta ocasión, quiero subrayar la importancia del tema que Vuestra Excelencia, Señora Presidenta, ha elegido para nuestro debate de este año: la inclusión social. Luchar por la inclusión siempre será un imperativo ético. Pero además de esto que ya es mucho, es un acto de inteligencia. Si no es inclusivo, si no es compartido, el progreso económico y social se arriesga a provocar tensiones que, a plazo, lo podrían comprometer. Esta evidencia se aplica a cada uno de nuestros países pero también en las relaciones internacionales. En el mundo globalizado en que vivimos olvidarlo sería un grave error estratégico.

Señora Presidenta,

Pensé que sería importante que esta visita sirviese para subrayar lo que nos aproxima, que es mucho, porque creo que esa afinidad constituye la mejor base para la relación de futuro que queremos construir. Ya he tenido la oportunidad de mencionar aquí la Historia, los valores y los principios. Intencionalmente he dejado para el final algo que compartimos y que define nuestra propia identidad como pueblos: la relación con el mar.

Mañana tendré la oportunidad de inaugurar una exposición subordinada al tema: “Encuentro de Océanos” en la Casa Museo de Pablo Neruda, en Isla Negra.

No he querido que esa ocasión se limitase a un mero evento protocolario. Así, además de las ilustraciones gráficas y multimedia que demuestran la importancia del mar en la poesía de lengua portuguesa, celebraremos con alumnos universitarios chilenos que aquí aprenden portugués, el valor compartido del Mar para chilenos y portugueses. Será un momento para oír el Mar en “chileno”. En los poemas de los grandes Pablo Neruda y Gabriela Mistral y también para oír el Mar en portugués en esa lengua que la misma Gabriela Mistral definía como “… el tocado natural, o si se quiere, el escarpín de seda que mejor conviene a la poesía lírica.”

Será un momento para celebrar lo mucho que nos une. Y es, en este espíritu de celebración de todo lo que nos aproxima y de creencia en el futuro de nuestras relaciones, que pido a todos que se unan a mí en un brindis a la salud de la Presidenta Michelle Bachelet, del pueblo amigo de Chile y a la prosperidad de las relaciones entre nuestros dos países.